Las colecciones

Como en varios museos de la región, las primeras colecciones del MUDO – Museo de l'Oise nacieron a finales del siglo XIX. Pero sus primeros 70 años de enriquecimiento se vieron severamente deteriorados por la destrucción de más de tres cuartas partes de sus colecciones en los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. De esta época se conserva una excepcional colección de esculturas medievales de la Picardía.

Tras la guerra, el museo tenía que reconquistar una identidad clara y una imagen elocuente. Los conservadores y directores que se han sucedido han estructurado nuestras colecciones en torno a grandes grupos coherentes de obras de arte: Las pinturas barrocas italianas, el grupo de obras de Thomas Couture, la donación Boudot-Lamotte, los fondos Delaherche, el grupo de Art Nouveau, la colección Pissareff, etc.

Esta política de adquisición clarividente y eficaz se ha apoyado en las compras y los depósitos, pero también en los regalos, las donaciones y los legados de generosos mecenas.

Descubra una selección de 20 obras de las colecciones

El recorrido museográfico

Después de varios años de renovación combinando valorización patrimonial y acondicionamiento contemporáneo, el museo presenta en 2015 en el centro del palacio episcopal una magnífica selección de su colección del XIX.

Este nuevo recorrido invita al viaje a través de una selección de obras dedicadas al paisaje, de los bosques franceses a los lagos italianos, de los confines de Oriente a las escarchas danesas gracias a los cuadros de Camille Corot, Alfred Sisley, Paul Huet y Prosper Marilhat, entre otros.

El museo decide enseguida destacar las pinturas decorativas de Alexis-Joseph Mazerolle y Pierre-Victor Galland sobre todo, así como magníficas cerámicas de Jules-Claude Ziegler.

Presentada en la antigua sala de recepción del obispo, el impresionante lienzo inacabado de Thomas Couture, L'Enrôlement des volontaires de 1792, restaurado gracias al mecenazgo participativo, despliega de nuevo sus 45 m2 junto a numerosos estudios preparatorios.   


La visita se termina bajo la mirada de la Virgen de Jean-Auguste Dominique Ingres, de una selección de esbozos pintados y modelos esculpidos que expresan la renovación del arte religioso.